Entrar "on tilt"
El "tilt" es un estado psicológico que padecemos alguna vez, cuando por una serie de jugadas perdidas, nuestro juego pasa a convertirse en irracional y tomamos decisiones que no hacen más que perjudicarnos. Un jugador "on tilt" puede llegar a perder todo su dinero si no consigue calmarse y afrontar una mala racha como lo que es: un golpe eventual de mala suerte.
Invertir demasiadas fichas en algunos botes
Cuando invertimos demasiadas fichas en botes en los que no tenemos apenas posibilidades de éxito, podemos perder mucho dinero. Cuando nuestro rival tiene muy buen juego y apenas tenemos posibilidades de mejorar la jugada, debemos centrarnos en perder lo menos posible.
Jugar de modo pasivo
Si nunca tomamos la iniciativa y no subimos ninguna mano, cuando lo hagamos nuestros rivales sabrán que llevamos muy buen juego. Debemos subir algunas manos por costumbre.
Farolear demasiado
El farol es una estrategia que debe hacerse en su justa medida. Farolear poco puede ser un problema, porque renunciamos a llevarnos muchos botes; pero farolear demasiado también lo es, ya que apareceremos como un jugador que no acostumbra a llevar el juego, y nuestros adversarios nos pagarán las apuestas que hagamos a modo de farol.
Dejarse "comer" por las ciegas
Cuando, al ir pocas manos, el incremento de los niveles de ciegas nos hace que nuestro stack sea cada vez más reducido, y en cambio debamos hacer apuestas obligatorias muy altas. Debemos mantenernos siempre en la media de fichas que tiene el resto de jugadores para tener un stack (pila de fichas) que nos permita jugar cómodamente, independientemente del nivel de ciegas.
Implicarse en manos complicadas
A pesar de tener una mano inicial buena, a veces no conviene entrar en ciertos botes porque la jugada puede acabar en all-in, o bien nos obligará a invertir más fichas. Evitemos jugar contra adversarios con muchas más fichas que nosotros o con un juego imprevisible.
El "tilt" es un estado psicológico que padecemos alguna vez, cuando por una serie de jugadas perdidas, nuestro juego pasa a convertirse en irracional y tomamos decisiones que no hacen más que perjudicarnos. Un jugador "on tilt" puede llegar a perder todo su dinero si no consigue calmarse y afrontar una mala racha como lo que es: un golpe eventual de mala suerte.
Invertir demasiadas fichas en algunos botes
Cuando invertimos demasiadas fichas en botes en los que no tenemos apenas posibilidades de éxito, podemos perder mucho dinero. Cuando nuestro rival tiene muy buen juego y apenas tenemos posibilidades de mejorar la jugada, debemos centrarnos en perder lo menos posible.
Jugar de modo pasivo
Si nunca tomamos la iniciativa y no subimos ninguna mano, cuando lo hagamos nuestros rivales sabrán que llevamos muy buen juego. Debemos subir algunas manos por costumbre.
Farolear demasiado
El farol es una estrategia que debe hacerse en su justa medida. Farolear poco puede ser un problema, porque renunciamos a llevarnos muchos botes; pero farolear demasiado también lo es, ya que apareceremos como un jugador que no acostumbra a llevar el juego, y nuestros adversarios nos pagarán las apuestas que hagamos a modo de farol.
Dejarse "comer" por las ciegas
Cuando, al ir pocas manos, el incremento de los niveles de ciegas nos hace que nuestro stack sea cada vez más reducido, y en cambio debamos hacer apuestas obligatorias muy altas. Debemos mantenernos siempre en la media de fichas que tiene el resto de jugadores para tener un stack (pila de fichas) que nos permita jugar cómodamente, independientemente del nivel de ciegas.
Implicarse en manos complicadas
A pesar de tener una mano inicial buena, a veces no conviene entrar en ciertos botes porque la jugada puede acabar en all-in, o bien nos obligará a invertir más fichas. Evitemos jugar contra adversarios con muchas más fichas que nosotros o con un juego imprevisible.
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